En este artículo te explicamos todo sobre la nueva ley de alquileres (2023) en Argentina. ¡Veamos los principales puntos!

¿Sabías que se reglamentó la nueva ley de alquileres (2023)? Quizás lo escuchaste o leíste en los medios de comunicación pero estás un poco mareado con tanta información, no tenés en claro qué significa y cuáles son los cambios de la nueva ley. En este artículo te contamos todo lo que necesitas saber sobre la nueva ley de alquileres.
Para quienes no cuentan con casa propia, es decir, la mayoría de los argentinos, el alquiler de viviendas es siempre una prioridad, cuando no una preocupación. Por eso es importante estar al tanto de los cambios legales que regulan la actividad. En este sentido, la Cámara de Diputados de la Nación aprobó en noviembre el proyecto que modifica la Ley de Alquileres. Ya se publicó en el Boletín Oficial, así que podemos decir que se modificaron las condiciones de los contratos para los propietarios y también para los inquilinos.
Después de contar con el voto del oficialismo y otros bloques minoritarios, la Cámara de Diputados aceptó el proyecto aprobado por el Senado de la Nación, este había modificado una primera iniciativa votada en la Cámara Baja y que había sido impulsada por bancas de la oposición.
Vamos a enumerar los principales cambios que aplica la Ley y cómo serán las condiciones para alquilar a partir de la entrada en vigencia de la nueva Ley de Alquileres.
Nueva ley de alquileres 2023: en qué consiste
Aumentos cada 6 meses
La nueva ley de alquileres establece que estos se pueden aumentar, como mínimo, cada seis meses. Aún así las dos partes, propietario e inquilino, pueden establecer una actualización que se realice en un plazo más largo de tiempo.
La diferencia es que la ley de alquileres anterior establecía que los aumentos tenían que ser uno por año. En cuanto al proyecto aprobado en Diputados, proponía que los aumentos fuesen cada cuatro meses.
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Cambios en el cálculo de los aumentos
La nueva ley de alquileres, aprobada por la Cámara baja, establece que los aumentos se definirán según el menor valor que surja de aplicar el 90% del Coeficiente de Variación Salarial, también conocido como CVS que es publicado por el INDEC o el Coeficiente de Estabilización de Referencia conocido como CER del Banco Central.
Este es el mismo procedimiento usado por el Coeficiente Casa Propia, es el cálculo dispuesto por el Gobierno para la actualización de las cuotas de los créditos de Casa Propia y Procrear II.
Por otra perte, el proyecto que había sido impulsado por la oposición en Diputados establecía que la fórmula de aumentos se acordara entre las partes al momento de firmar el contrato. Se podía elegir entre el índice de inflación, el índice de precios mayoristas, el índice de salarios o la combinación de los tres.
Con la ley de alquileres anterior se había creado el índice de Contratos de Locación también conocido como ICL, compuesto por el 50% del Índice de Precios al Consumidor (IPC) y el 50% de la remuneración imponible promedio de los trabajadores estables (RIPTE), que marca la evolución del salario privado.
Entonces, yendo a lo práctico: ¿cuál es la diferencia entre la antigua ley de alquileres y la nueva? No podríamos decir cuál será el comportamiento de los dos índices porque estos dependen de variables como el aumento salarial y la inflación, entre otros, o cuál sería el más beneficioso para los inquilinos.
Pero aún así, si comparamos el comportamiento de estas variables en los últimos tres años podemos afirmar que el coeficiente que entró en vigencia y su aplicación hubiera sido más costoso para los inquilinos que el sistema antiguo.
¿Vamos con un ejemplo? Si hubiésemos firmado un contrato de 40 mil pesos en octubre de 2020, con la ley anterior habríamos pagado $59400 durante el segundo año y casi 100 mil para el tercero.
En cambio con el nuevo sistema aprobado, teniendo en cuenta la actualización cada seis meses, con la primera actualización pasaríamos a pagar $44 mil, en el segundo año 56 mil y 67 mil. Mientras que en el tercer año los montos a pagar serían 89 mil para los primeros seis meses y 117 mil para el último semestre.
Si consideramos que una de las posibilidades era actualizar los alquileres a partir de la inflación, en este caso habría una diferencia en favor del inquilino.
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Características del contrato
En este punto no encontraremos diferencias. Tanto la ley anterior como la nueva ley de alquileres establecen los tres años como el plazo mínimo para un contrato. En cambio el proyecto que fue aprobado en diputados y después modificado en el senado quería bajar el plazo mínimo a dos años.
Otro punto que se mantiene igual en la nueva ley de alquiler, en relación con la anterior, es el pago de un mes y medio en el caso que el inquilino desee terminar el contrato con anticipación, mientras haya pasado un mínimo de seis meses y se avise con al menos un mes de anticipación.
Un punto esencial e importante de la nueva ley de alquiler es la prohibición de publicar avisos de alquiler en valores expresados en dólares.
Beneficios impositivos
La nueva ley de alquileres establece una serie de beneficios impositivos con la intención de incentivar la oferta de alquileres.
El primer punto: la norma dispone que el alquiler de hasta dos inmuebles está exento del pago de monotributo, en caso de corresponder. También exime en las operaciones relacionadas con el contrato de alquiler el pago del impuesto al cheque.
Otro punto importante es que las viviendas que se encuentren para alquilar y no superen cierto tope de valor fiscal no tendrán que pagar el impuesto a los bienes personales.
Como punto final, podemos decir que tanto el propietario como el inquilino podrán descontar del Impuesto a las Ganancias el 10% del valor total del alquiler anual.